lunes, 21 de mayo de 2012

YO, TU REFLEJO




Espero pacientemente, no tengo prisa, tengo todo tu tiempo. Me aprovecho de tu ingenuidad. Te acercas y crees observarte. Me analizas mientras te retocas, te observo, juego contigo. Recuerdo cuando solo éramos un niño, casi llegué a convencerte de cambiar de lugar. Aprendí a seguirte, a imitarte, a ser mejor tú que tú. Retócate pacientemente, así es como aprendo, nadie se dará cuenta.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Canciones que tienen historia.




Es un día soleado. No me puedo ocultar en ningún lado, no hay ni una nube en el cielo, así que hago como que tengo algo en los ojos para que no me veas llorar, y espero una tormenta para que oculte mis lágrimas, pero tarda demasiado. No voy a huir por que si piensas que soy débil eso te hace fuerte. Ojala hubiera una tormenta, llueve por favor! Cual es el precio de los truenos. Siento que voy a explotar, que llueva ya! Me quedaré quieta bajo la lluvia para que camufle mis lágrimas, y no me veas llorar.

No te daré el placer me verme rota, así es como me recordarás, no mereces la pena, lo superare, solo un segundo de debilidad, no te daré la victoria.

Canción a la que pertenece la historia.


A mí, personalmente, esta canción me pone la piel de gallina.

miércoles, 9 de mayo de 2012

El despertar






Aún somnolienta, como si no dependieran de mí, las fosas nasales se abrieron para inspirar hondo, la parte oculta de los parpados tornaron de oscuros a relucientes, noté una liberación y un resplandor dentro de mí que me llevo a levantarme de la cama de un salto. Fui a la ventana y, por fin, después de varios meses, pude sentir el sol en mi cara con los ojos cerrados dejando que me cegara a través de la piel, cálido y renovador, pude sentir como mis neuronas se iban despertando y mi cuerpo me llevo sin pedirme permiso a la calle. Crucé la puerta que daba acceso a la calle y como un animal que hubiera ivernado todo el invierno, me estiré, desentumecí mis extremidades admiré la calle iluminada, el cielo despejado con alguna nube rebelde y me dispuse a caminar dejando que mis pasos guiaran mi camino. Había olores que casi había olvidado, imágenes nuevas que capturar con mi cámara, un césped verde llamándome a gritos como un maravilloso colchón verde fresquito donde poder perder el tiempo, mientras me descalzaba y las hierba se colaba entrelazando los dedos de mis pies.